Empleados de comercio: por qué el aumento salarial puede ser inferior o incluso representar una pérdida
El nuevo acuerdo salarial para empleados de comercio en 2025 introduce un incremento nominal del 5,1%, distribuido de forma escalonada en tres aumentos de 1,7% cada uno durante el primer trimestre. Si bien, en papel, la suma acumulativa parece auspiciosa, la realidad en el bolsillo de los trabajadores resulta ser considerablemente distinta.
Una de las particularidades de este acuerdo es el traspaso de ciertos montos que anteriormente se pagaban como sumas no remunerativas al básico de convenio. Esta modificación, lejos de favorecer a los empleados, conlleva una mayor carga de descuentos, ya que el básico está sujeto a deducciones más amplias (como jubilación, PAMI, obra social y sindicato) en comparación con las sumas no remunerativas, que únicamente afectan obra social y sindicato.
La progresión del incremento es la siguiente: se aplicará un 1,7% adicional en enero, otro en febrero y uno más en marzo, lo que, de manera acumulativa, se traduce en un aumento nominal de 5,18% al término de marzo. No obstante, al incluir el impacto de los mayores descuentos, el aumento efectivo que perciben los empleados resulta ser de solo 2,51%.
Para ilustrar este efecto, se analizó el caso de un empleado Maestranza A sin antigüedad. Comparando el neto a cobrar, se observa que:
- En diciembre de 2024, su sueldo era de $824.338.
- En enero de 2025, subió a $829.364, un incremento de $5.026 (0,61%).
- En febrero alcanzó los $836.505, con un aumento de $7.141 (0,86%).
- Finalmente, en marzo llegó a $845.028, sumando $8.523 (1,02%).
El resultado total es un aumento acumulado de $20.690 en el primer trimestre, lo que equivale a un 2,51% real, muy inferior al 5,1% anunciado. Este escenario plantea dudas sobre si el ajuste salarial logrará compensar la pérdida de poder adquisitivo, especialmente si la inflación del periodo supera ese porcentaje.
Además, el incremento se da en un contexto en el que el debate sobre la verdadera mejora en el sueldo de bolsillo se intensifica. Algunos analistas cuestionan si este reajuste salarial es más una reconfiguración contable que una ganancia real para los trabajadores del sector comercial, ya que el cambio en la estructura de las remuneraciones afecta directamente el neto percibido.
En definitiva, mientras el acuerdo se celebra como un avance nominal, la realidad de los descuentos y la posible presión inflacionaria generan incertidumbre sobre si el poder adquisitivo de los empleados de comercio realmente se verá beneficiado en el primer trimestre de 2025. Las cifras finales, que se irán aclarando a medida que avance el año, serán clave para determinar si el ajuste cumple con las expectativas del sector.