Avanza una nueva edición de la campaña solidaria de abrigo impulsada por el movimiento de trabajadores y desempleados
Con la llegada del invierno, el Movimiento de Trabajadores y Desempleados Solidarios de Río Grande lanzó una vez más la campaña “Más solidaridad, menos frío”, una iniciativa que busca recolectar prendas de abrigo en buen estado para distribuir entre familias en situación de vulnerabilidad.
Maximiliano Barría, referente del espacio, comentó que esta es la cuarta edición de la colecta, que este año cuenta con la colaboración de diversas organizaciones de la ciudad. Entre ellas se destacan el Club Progreso Petrolero, la tienda de ropa circular Lisa Vintage, estudiantes del Colegio Haspen y la iglesia “Cristo es el Camino”.
Las donaciones pueden entregarse en distintos puntos de acopio, como el SUM del Barrio Textil (Anadón 592), el local de Lisa Vintage, y la mencionada iglesia ubicada en Rivadavia 1625. También se reciben consultas y coordinación de entregas a través del número 2964-608054.
Barría explicó que este tipo de acciones se basa en la solidaridad entre vecinos. “Lo que buscamos no es caridad, sino compartir lo que uno tiene con quien lo necesita. Solo pedimos que las prendas estén limpias y en condiciones, porque revisamos todo lo que recibimos para organizarlo con respeto y criterio”, señaló.
Recordó que cuando comenzaron en 2020, solo pudieron asistir a diez familias. En la última edición, ese número ascendió a 73, con más de 100 prendas distribuidas. Para este año, las expectativas son aún mayores, en un contexto económico complejo que multiplica las necesidades.
La campaña ya comenzó a moverse a través de redes sociales y grupos de WhatsApp, con recolección puerta a puerta. Además, las actividades del movimiento no se limitan a la asistencia: promueven capacitaciones en oficios como panificación, maquillaje y atención en gastronomía, con el objetivo de fomentar el autoempleo.
Finalmente, Barría destacó el valor del trabajo en red con otros espacios comunitarios, como comedores y merenderos, y agradeció el constante apoyo de vecinos y pequeñas empresas que colaboran con insumos. “Esto no lo hace una persona sola, se logra gracias a la comunidad que responde y acompaña”, concluyó