Verano 2026: cuánto cuesta vacacionar en la Costa Atlántica y en Brasil
A pocos meses del inicio de la temporada estival 2026, el debate sobre el destino de vacaciones vuelve a instalarse entre los argentinos. El tipo de cambio, la evolución del dólar y la reciente devaluación del real brasileño empujan a muchos turistas a mirar nuevamente hacia las playas del país vecino, especialmente Florianópolis, como una alternativa atractiva frente a la Costa Atlántica.
El disparador de la discusión fue un episodio llamativo: el intendente de Florianópolis, Topázio Neto, pagó el equivalente a $10.500 pesos argentinos por un almuerzo en la playa. En respuesta, desde Mar del Plata, el empresario Augusto Digiovanni, responsable del Balneario 12 de Punta Mogotes, difundió su propia propuesta gastronómica: un sándwich de milanesa de gran tamaño por $9.800. El cruce simbólico puso sobre la mesa una pregunta clave para los veraneantes: ¿conviene más Brasil o Argentina?
De acuerdo con relevamientos de precios y estimaciones de consultoras del sector turístico, el gasto diario promedio en destinos argentinos de la Costa Atlántica puede ubicarse por encima de los 300 dólares, mientras que en Florianópolis el desembolso diario suele oscilar entre los 200 y 270 dólares, dependiendo del nivel de consumo y del tipo de cambio utilizado. La diferencia se explica, en gran medida, por el valor actual del real, que mejora el poder de compra del turista argentino en hotelería, gastronomía y servicios.
En alojamiento y playa también se observan contrastes. Alquilar un departamento para cuatro personas en ciudades como Mar del Plata o Pinamar puede costar entre 60.000 y 120.000 pesos por día, mientras que en Florianópolis los valores, convertidos a pesos, se mueven en una franja similar o incluso inferior según la zona. En cuanto a los servicios de playa, la Costa Atlántica presenta costos elevados por carpas y sombrillas por semana, mientras que en Brasil predomina el alquiler diario de sombrillas y sillas a precios más accesibles.
La gastronomía “al paso” refuerza la comparación. Bebidas, platos simples y comidas rápidas suelen resultar más económicas en Brasil, especialmente cuando se paga en reales al cambio actual. En Argentina, en cambio, la inflación impacta de manera directa en los precios de paradores y restaurantes, generando variaciones constantes a lo largo de la temporada.
Sin embargo, no todo juega a favor del exterior. Si se consideran los costos de traslado, especialmente en viajes de más de mil kilómetros donde el avión se vuelve casi indispensable, vacacionar dentro del país puede resultar más conveniente. Además, muchos turistas optan por estrategias de ahorro en la Costa Atlántica, como alojarse lejos del mar, llevar sombrilla propia y cocinar en lugar de comer afuera.
De cara al verano 2026, Brasil aparece como una opción atractiva por su previsibilidad cambiaria y costos diarios más estables. Para los destinos argentinos, el desafío será mantener precios competitivos en servicios de playa y gastronomía para no perder terreno frente a una ecuación que, hoy por hoy, favorece al país vecino.
