
Un proyecto que apuesta a la integración real
Desde Punta Arenas, el alcalde Claudio Radonich celebró el avance de este proyecto conjunto con su par argentino y remarcó que la tarjeta no surge como una política nacional, sino como un acuerdo entre ciudades fronterizas con historia compartida.
“El objetivo es que tanto vecinos como turistas puedan recorrer ambas ciudades con mejores condiciones económicas. No es un acto diplomático; es un esfuerzo de más de un año y medio para lograr una integración concreta”, expresó Radonich. También recordó que la tarjeta ya tiene tres años de uso en su ciudad, con buenos resultados y más de 200 comunidades adheridas.
Radonich invitó a los habitantes de Río Gallegos a explorar la riqueza cultural de Magallanes, desde museos hasta excursiones, con los mismos beneficios que reciben los chilenos. “Esto es para todos. Queremos sumar más ciudades, escapar del centralismo y fortalecer nuestra región austral”, concluyó.
Una herramienta en expansión
Ambos mandatarios coincidieron en que la Tarjeta de Integración Austral representa una apuesta por el desarrollo regional y la cooperación transfronteriza. Con una mirada de largo plazo, la iniciativa busca consolidarse como un motor para el crecimiento económico y el acercamiento entre comunidades separadas por una frontera, pero unidas por intereses comunes.
Se espera que en los próximos meses se firmen nuevos convenios con comercios de ambas ciudades y que más municipios del sur patagónico se sumen al programa, ampliando así el alcance de esta herramienta binacional.