Trabajadores y dirigentes sindicales fueguinos se movilizaron contra la reforma laboral y denunciaron una “quita sistemática de derechos”
Dirigentes sindicales nucleados en la Confederación General del Trabajo (CGT) participaron de una movilización en rechazo a la reforma laboral que actualmente se debate en el Congreso Nacional, en una jornada de protesta que tuvo réplicas en distintos puntos del país y que, según remarcaron, expresa una resistencia federal frente a lo que consideran un avance contra los derechos de los trabajadores.

Durante la manifestación, realizada frente a la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación, referentes gremiales señalaron que la reforma impulsada por el Gobierno nacional no apunta a la creación de empleo genuino ni a la modernización del sistema laboral, sino que tiene como eje central la reducción de derechos históricos conquistados por el movimiento obrero.
“Esto es un paso más en la resistencia obrera contra la reforma y contra cualquier avance sobre la Constitución y los trabajadores”, expresaron, remarcando que la movilización se replicó desde Tierra del Fuego hasta La Quiaca, como una demostración de unidad sindical a nivel nacional. En ese marco, cuestionaron el discurso oficial que vincula la reforma con la generación de empleo y la formalización laboral. “En ningún artículo se habla de promoción del empleo. No hay producción ni ventas, y sin eso no puede haber más trabajo”, advirtieron.
Los dirigentes también pusieron el foco en el crecimiento del desempleo y del trabajo informal, cifras que —según indicaron— contradicen los argumentos del Ejecutivo nacional. Afirmaron que el problema estructural no es el costo laboral, sino la presión tributaria, la falta de incentivos a la producción y la caída del consumo, factores que desalientan la inversión y profundizan la crisis económica.
En ese sentido, cuestionaron que la reforma laboral avance sobre la organización sindical y los convenios colectivos, a los que calificaron como pilares del sistema de protección del trabajador. “Lo que buscan es debilitar la fuerza sindical y el derecho laboral para beneficiar a unos pocos sectores concentrados”, sostuvieron, advirtiendo que se trata de un proceso histórico que ya tuvo consecuencias negativas en el pasado.
Si bien aclararon que no se oponen al debate sobre nuevas formas de empleo y profesiones emergentes, remarcaron que cualquier discusión debe darse con reglas claras y garantizando condiciones dignas de trabajo. “No existe una modernización laboral real si lo único que se propone es quitar derechos y trasladar recursos al sistema financiero”, afirmaron.
Finalmente, los referentes sindicales ratificaron la continuidad de un plan de lucha nacional, con medidas de protesta pacíficas y coordinadas, y cuestionaron la relación del Gobierno nacional con las provincias. Señalaron contradicciones entre el discurso político y las decisiones legislativas, y reclamaron mayor coherencia institucional y diálogo para discutir políticas públicas que impactan directamente en la producción y el empleo.
La movilización dejó en evidencia un escenario de conflicto abierto entre el movimiento obrero y el Ejecutivo nacional, en un contexto económico y social marcado por la incertidumbre, el ajuste y el debate sobre el futuro del trabajo en la Argentina.
