Trabajadores textiles sostienen una vigilia sin respuestas y apelan a la solidaridad para sobrevivir
La crisis laboral que atraviesa la empresa textil Blanco Nieve, ubicada en el Parque Industrial de Río Grande, continúa profundizándose sin señales concretas de solución. Desde hace más de 47 días, un grupo de trabajadoras y trabajadores permanece dentro de la planta, resguardando las instalaciones y las maquinarias, mientras enfrenta una situación económica extrema, marcada por la falta de ingresos, deudas acumuladas y la ausencia total de respuestas por parte de la patronal.
Ante la falta de avances en el conflicto y sin percibir salarios ni indemnizaciones, los empleados impulsaron una iniciativa solidaria denominada “Feria de la Dignidad”, que funciona en el ingreso a la fábrica. A través de la venta de ropa nueva y usada, toallones, artículos de perfumería, bijouterie y productos elaborados de manera artesanal, buscan generar ingresos mínimos que les permitan afrontar gastos básicos como alimentos, servicios y alquileres.
La situación dentro de la planta se tornó aún más crítica en los últimos días tras el corte del suministro de gas, producto de una deuda millonaria. Si bien se logró una asistencia parcial mediante la provisión de garrafas, el edificio permanece sin calefacción, en un contexto climático adverso. Las trabajadoras indicaron que el gas envasado se utiliza únicamente para cocinar y elaborar los productos que luego se comercializan en la feria, priorizando la subsistencia diaria.
Desde el colectivo de trabajadores remarcan que el conflicto no es reciente y que durante años realizaron múltiples esfuerzos para sostener la producción, incluso afrontando ventas externas y acciones solidarias para evitar el cierre. Sin embargo, denuncian que el propietario de la empresa abandonó completamente la firma, dejando a 32 familias sin empleo, sin indemnización y con aportes adeudados, situación que hoy se encuentra judicializada.
Pese al desgaste físico y emocional, los empleados continúan custodiando la fábrica con el objetivo de preservar su valor patrimonial, entendiendo que ese resguardo podría ser clave para garantizar el cobro total de las indemnizaciones correspondientes. “No estamos ocupando por capricho, estamos defendiendo años de trabajo”, sostienen, al tiempo que advierten que la falta de seguridad y el abandono institucional agravan el escenario.
La Feria de la Dignidad funciona todos los días desde las 12 del mediodía, en la planta ubicada en Combate de Montevideo 1441, y también recibe colaboración mediante donaciones de insumos o aportes económicos voluntarios. Los trabajadores destacaron que cada ayuda se traduce directamente en alimentos, servicios esenciales y en la posibilidad de sostener la vigilia laboral.
Mientras se acercan las fiestas de fin de año, la incertidumbre crece y el conflicto permanece sin definiciones claras. Los trabajadores reiteran el pedido de acompañamiento del Estado y reclaman que se exijan responsabilidades a quienes dejaron la empresa en esta situación, al tiempo que continúan resistiendo con organización, dignidad y solidaridad.