TotalEnergies advierte que la “letra chica” de la ley de hidrógeno verde en Chile desincentiva la inversión en Magallanes
El proyecto de ley que impulsa el gobierno chileno para fomentar el desarrollo de la industria del hidrógeno verde en la región de Magallanes generó fuertes críticas desde el sector privado. Antoine Liane, gerente de TotalEnergies H2, aseguró que la normativa, lejos de incentivar la inversión, podría transformarse en un obstáculo para los proyectos de gran escala.
Según el ejecutivo, la propuesta legal contiene disposiciones que convierten el régimen en un “salvavidas de piedra”, generando más incertidumbre que beneficios. “Mejor nos dicen que nos vayamos de Chile y que no hagamos el proyecto”, sentenció con dureza.
Un proyecto de US$16 mil millones bajo la lupa
La compañía francesa lidera actualmente la iniciativa de hidrógeno verde más ambiciosa en el sistema ambiental chileno, con una inversión estimada en US$16 mil millones. El proyecto se encuentra en etapa de evaluación por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), que ya emitió un informe con 817 observaciones técnicas y cerca de 1.900 consultas ciudadanas.
Liane reconoció que deberán responder con información adicional, estudios estacionales y planes de mitigación, lo que probablemente retrase la tramitación al menos un año. Aun así, destacó como “buena señal” la rapidez con la que el SEA emitió su primer informe, lo que demuestra —según dijo— eficiencia en el proceso.
Riesgos tributarios y falta de competitividad
El aspecto más crítico señalado por TotalEnergies radica en los mecanismos fiscales incluidos en el proyecto de ley. La exención del Impuesto de Primera Categoría no elimina el 35% de impuesto adicional que enfrentan las empresas internacionales al remesar utilidades, lo que, en la práctica, mantiene la falta de competitividad de Chile frente a otros países.
Además, Liane cuestionó la contribución regional del 1% sobre la inversión que deben pagar las compañías al obtener la Resolución de Calificación Ambiental (RCA). Para un proyecto de la magnitud de TotalEnergies, eso implicaría un desembolso inmediato de US$160 millones, aun antes de contar con financiamiento o contratos de venta cerrados. “Es un incentivo contrario: nos empuja a retrasar la obtención de la RCA”, explicó.
Una industria en etapa definitoria
El ejecutivo advirtió que la demanda global de hidrógeno verde aún no está consolidada, lo que obliga a los proyectos a ser competitivos en precio y plazos. La especulación inicial, afirmó, dará paso a una etapa donde solo sobrevivirán las iniciativas respaldadas técnica y financieramente.
En este sentido, insistió en que los próximos tres años serán clave para determinar cuáles proyectos son viables. “El hidrógeno verde todavía no es un commodity y no existen contratos de largo plazo con precios competitivos. Si los proyectos se atrasan o judicializan, los bancos y compradores se van a retirar”, remarcó.
Entre el optimismo y la incertidumbre
A pesar de las advertencias, Liane consideró que aún existe un apoyo mayoritario en la región de Magallanes hacia la industria, aunque reconoció la existencia de grupos organizados que articulan oposición. “Hay una mayoría silenciosa que espera los beneficios en empleo, innovación y crecimiento, pero no participa de los procesos de consulta”, sostuvo.
Con todo, la advertencia de TotalEnergies es clara: si la ley se aprueba en los términos actuales, los proyectos podrían paralizarse. “Hoy somos como un pollito sin plumas. Primero hay que dejarnos crecer; luego discutiremos cuántas plumas se pueden sacar”, graficó el ejecutivo, en una metáfora que refleja la tensión entre la urgencia por regular y la necesidad de consolidar una industria naciente.
