
Tierra del Fuego: 44 personas esperan un trasplante, 37 necesitan un riñón
En el marco del día mundial de la donación de organos, celebrado cada 14 de octubre, autoridades sanitarias de Tierra del Fuego recordaron la importancia de este acto solidario que puede salvar vidas. Actualmente, son 44 los fueguinos inscriptos en lista de espera para un trasplante, y la mayoría requiere un órgano vital para sobrevivir: el riñón.
El coordinador del CUCAI en la provincia, Iván Solís, precisó que 37 de esos pacientes necesitan un trasplante renal, mientras que otros 15 se encuentran en tratamiento de diálisis. También hay cinco personas a la espera de un trasplante hepático y dos que aguardan un órgano pulmonar. En cuanto a córneas, no hay personas activas en lista, aunque sí varios en proceso de inscripción.
Solís explicó que el riñón es el órgano más demandado debido a que la insuficiencia renal avanzada obliga a los pacientes a depender de tratamientos crónicos como la diálisis. “Para muchos, el trasplante representa la única posibilidad de mejorar su calidad de vida y volver a una rutina normal”.
Desde el Hospital Regional de Río Grande, que actúa como unidad de ablación del CUCAI, se trabaja en coordinación con el sistema nacional para garantizar que cada proceso de donación y trasplante se realice bajo estándares médicos y éticos. “Contamos con personal capacitado y con la estructura necesaria para intervenir en los procedimientos, tanto en la provincia como en coordinación con otras jurisdicciones del país”, destacó Solís.
En Tierra del Fuego ya se han concretado trasplantes de riñón, hígado y córneas. Sin embargo, el acceso a los órganos disponibles está regido por criterios nacionales de urgencia y compatibilidad, establecidos por el INCUCAI. “La asignación no depende del lugar de residencia, sino de un sistema federal que asegura transparencia y equidad para todos los pacientes”, aclaró el funcionario.
Uno de los cambios más significativos en los últimos años fue la entrada en vigencia de la Ley 27.447, que establece el consentimiento presunto: todas las personas mayores de 18 años son consideradas donantes, salvo que hayan manifestado lo contrario en forma expresa. “Eso agiliza los procedimientos, aunque siempre se respeta la voluntad del donante si fue registrada en vida”, agregó.
Por cada donante, uno o dos pacientes locales pueden ser beneficiados, lo que representa una esperanza concreta para quienes dependen de esta posibilidad. “La donación no solo salva vidas, también transforma familias enteras. Por eso, cada acto de generosidad cuenta”, concluyó Solís.