Santa Cruz licita diez áreas petroleras y proyecta más de 1.200 millones de dólares en inversiones
Este lunes 20 de octubre se dará un paso clave en el futuro energético de Santa Cruz con la apertura de sobres para adjudicar las diez áreas petroleras que YPF cedió a la provincia en junio de este año. El proceso, impulsado por FOMICRUZ S.E., se presenta como una oportunidad para revitalizar la producción de crudo convencional, recuperar empleos y atraer capital nacional.
Seis compañías conformaron un consorcio de operación conjunta para participar de la licitación pública nacional N.º 006/2025. Este grupo, que ofrecerá una propuesta integral, está integrado por Clear Petroleum, Patagonia Resources, Quintana, Roch, Azruge y Brest S.A., y propone una inversión de entre 1.200 y 1.600 millones de dólares hasta 2031.
El modelo de licitación único para las diez áreas busca asegurar una gestión coordinada y de alto compromiso. No se permite competir por bloques individuales, lo que obliga a las empresas a trabajar en conjunto para asumir responsabilidades operativas, financieras y ambientales.
Entre los yacimientos que serán adjudicados se encuentran Los Perales–Las Mesetas, Las Heras–Cañadón de la Escondida, Cañadón León–Meseta Espinosa, entre otros. Algunos presentan producción prácticamente nula, mientras que otros aún conservan volúmenes importantes de extracción de petróleo, como Cañadón de la Escondida–Las Heras, con casi 500 mil m³ extraídos en 2023.
El gobernador Claudio Vidal, impulsor de este proceso, remarcó que el objetivo es evitar la concentración de los recursos en manos de un único empresario: “Santa Cruz tiene que participar y las empresas que vengan deben generar trabajo local”, señaló en rueda de prensa. Su gestión apunta a un modelo más equitativo, que garantice empleo, producción y presencia estatal.
El trasfondo de este proceso comenzó el 2 de junio de 2025, cuando Vidal firmó con el presidente de YPF, Horacio Marín, el traspaso de las áreas maduras de la provincia. El acuerdo fue parte de una estrategia nacional para desinvertir en convencionales y redirigir esfuerzos a Vaca Muerta, dentro del plan estratégico «Energía 4×4».
Por su parte, el ministro de Energía y Minería, Jaime Álvarez, aseguró que la prioridad está en reactivar la economía del norte santacruceño, afectado por el retiro de YPF. Mencionó que esta transición busca «recuperar la cadena de valor, estabilizar el flanco norte y fomentar el empleo genuino», especialmente en localidades como Pico Truncado, Las Heras y Caleta Olivia.
Una de las exigencias clave será el cumplimiento de la Ley Provincial 3.141, que obliga a contratar al menos un 90% de mano de obra local. Para Álvarez, este porcentaje debería ser un piso y no un techo: “Tenemos que formar a nuestra gente para que el 100% del empleo sea santacruceño”, subrayó.
Desde FOMICRUZ, el presidente Oscar Vera explicó que el proceso se desarrolla con un cronograma público y estricto, donde cada empresa está realizando visitas técnicas a los yacimientos. La adjudicación final está prevista entre el 10 y el 15 de noviembre. Cada firma presentará un plan de trabajo gradual, en función de sus capacidades y del estado operativo de los campos.
Una parte central del acuerdo es la remediación ambiental. Vera confirmó que YPF deberá hacerse cargo de los pasivos ambientales que deja en cada área, mediante un contrato con la Universidad de Buenos Aires que se encuentra en etapa final de firma. Este compromiso busca establecer un precedente histórico en materia de sostenibilidad, ya que el informe de remediación será documentado y publicado como caso modelo.
Además del impulso productivo, se estima que el proceso podría reactivar hasta 3.000 puestos de trabajo directos e indirectos, beneficiando a empresas regionales como Brest S.A., que integra el consorcio y representa al entramado local en este nuevo esquema energético.
El gobierno provincial considera este modelo de licitación como una herramienta para diversificar la participación empresarial, dar lugar a nuevas operadoras, e impulsar una economía regional más dinámica y sustentable. Con este proceso, Santa Cruz busca dejar atrás el declino que inició en 2015 y reposicionarse como un actor estratégico en el mapa energético argentino.