
Sabores del fin del mundo: una alfajorería fueguina lleva su identidad a la fiesta nacional del alfajor
Una pequeña empresa nacida en Tierra del Fuego está abriéndose paso en el escenario nacional con una propuesta que mezcla innovación, raíces locales y una firme apuesta por el producto artesanal. Por primera vez, una marca fueguina participará de la Fiesta Nacional del Alfajor en Córdoba, llevando consigo sabores únicos que nacen del sur más austral del país.
«La Alfajorería de Autor», como se denomina el emprendimiento, fue creada a comienzos de 2025 por Emanuel Servian y un equipo que buscó desde el inicio destacar lo autóctono. La marca se centra en la creación de alfajores con ingredientes propios del territorio fueguino, como ruibarbo, calafate, grosellas, levístico y hasta ajo negro.
“Queríamos hacer algo distinto, que hablara del lugar en el que vivimos. No competir con otros, sino mostrar otra identidad”, explicó Servian en una entrevista radial, refiriéndose a la motivación que impulsó la creación de esta línea regional.
Uno de los productos más llamativos del catálogo es el alfajor de ajo negro con avellanas, que combina texturas, capas de sabor y una estética cuidada. A esta propuesta se suman cristales de sal marina recolectados en Cabo San Pablo, que completan una red de producción basada en la colaboración con otros actores locales.
Además de desarrollar sus propios productos, la alfajorería también funciona como punto de venta para productores invitados de todo el país. “Empezamos revistiendo una vidriera con alfajores de autor, y hoy estamos empujando nuestra propia línea fueguina”, comentó el emprendedor.
El salto a la visibilidad nacional llegó tras su participación en una competencia en Avellaneda, donde lograron una medalla de bronce con su alfajor de autor. Ese premio les permitió captar la atención de los organizadores de la Fiesta Nacional del Alfajor, quienes los invitaron a participar como representantes fueguinos.
Para alcanzar el nivel actual, el equipo realizó diversas capacitaciones y masterclass con referentes del rubro, aprendiendo desde técnicas de conservación hasta diseño de sabores y manejo de insumos artesanales.
Pero más allá de los reconocimientos, la intención del emprendimiento es clara: acercar los sabores de la isla a los consumidores del país y del mundo, poniendo en valor ingredientes que forman parte del entorno cotidiano de Tierra del Fuego pero que son poco explorados en la industria dulce.
“La idea es que tanto los fueguinos como quienes nos visitan puedan descubrir lo que hay acá, que forma parte de nuestra tierra. Queremos que cada bocado cuente una historia fueguina”, expresó Servian.
Con ventas online y logística adaptada, el proyecto busca expandirse sin perder la esencia: ser un puente entre el territorio y quienes lo degustan, demostrando que un alfajor también puede ser una experiencia cultural.