Río Grande se prepara para celebrar Halloween: vecinos, familias y comercios se suman a la tradición
Cada vez más vecinos y comercios de Río Grande se preparan para celebrar Halloween, una fecha que hace poco más de una década pasaba casi inadvertida en la ciudad, pero que hoy se ha convertido en una de las jornadas más esperadas por los más chicos —y también por muchos adultos—.
Aunque de origen anglosajón, la festividad se ha instalado con fuerza en los barrios riograndenses, donde se multiplican las decoraciones, las actividades temáticas y las promociones comerciales. Las vidrieras ya lucen calabazas, telas de araña y luces naranjas, mientras que las casas comienzan a adornarse para recibir a los grupos de niños que recorrerán las calles con el tradicional pedido de “¿dulce o truco?”.
Una celebración que crece año tras año
La incorporación de Halloween al calendario local refleja un fenómeno cultural más amplio: la globalización de las costumbres a través de internet y las redes sociales. En Río Grande, cada año se suman más familias que organizan pequeñas fiestas, meriendas temáticas o salidas grupales para disfrutar la noche del 31 de octubre.
Desde librerías hasta panaderías y casas de disfraces, el movimiento comercial también se hace notar. Comercios de distintos rubros ofrecen productos alusivos, dulces por peso, decoraciones, maquillaje artístico y promociones en indumentaria.
“Hace unos años apenas vendíamos algunos accesorios, hoy tenemos que hacer pedidos especiales porque los chicos se disfrazan, los jardines hacen fiestas y los barrios se llenan de color”, comentó la encargada de un local del centro.
Comercios y vecinos impulsan el espíritu festivo
El crecimiento de la celebración se refleja también en las propuestas de los negocios locales. Algunos supermercados ofrecen combos especiales de golosinas, mientras que las casas de cotillón y los locales de decoración lanzaron líneas completas de adornos, máscaras y luces.
Además, en varios barrios ya se coordinan recorridas vecinales para niños y adolescentes, con puntos de encuentro seguros y horarios acotados para que puedan disfrutar la experiencia en familia.
En redes sociales, muchos riograndenses comparten fotografías de sus disfraces, mientras otros invitan a los chicos del barrio a pasar por sus hogares con dulces preparados especialmente.
Más que una moda: una fecha que une generaciones
Si bien algunos vecinos aún la observan como una celebración “importada”, para la mayoría se ha transformado en una oportunidad de encuentro y diversión. En jardines, escuelas y centros culturales se programan actividades especiales con disfraces, música y juegos, adaptando la festividad al contexto local y familiar.
“Lo importante no es tanto el origen, sino el espíritu: compartir, reírse y pasar un buen momento con los chicos”, explicó una docente del Barrio Mutual que prepara una jornada temática con su grupo escolar.
Una tradición que llegó para quedarse
La evolución de Halloween en Río Grande refleja el cambio cultural que atraviesa la sociedad fueguina, donde las nuevas generaciones impulsan celebraciones globales con identidad local. Entre calabazas, luces y golosinas, el 31 de octubre ya no pasa desapercibido: se vive como una noche de encuentro, creatividad y comunidad, donde vecinos y comercios se unen para mantener viva una fiesta que llegó para quedarse.
