Preocupación en Río Grande: fábrica de telecomunicaciones podría cerrar por crisis económica
La planta de Telecomunicaciones Fueguina, ubicada en la ciudad de Río Grande, atraviesa una situación crítica que podría desembocar en la suspensión total de su personal e incluso en el cierre definitivo de sus operaciones. Así lo advirtió Javier Escobar, secretario general del gremio ASIMRA.
Actualmente, alrededor de 80 trabajadores y trabajadoras de diversos gremios forman parte de la planta, la cual retomó su actividad tras la prórroga del subrégimen industrial. Sin embargo, la caída en las ventas y la quita de aranceles están golpeando duramente el negocio. “Lanzaron una producción de 6.000 teléfonos para el continente y solamente pudieron vender 200. La recesión nacional se hace sentir con fuerza”, detalló Escobar.
El dirigente sindical anticipó que la empresa evalúa implementar un período de suspensión que podría extenderse entre 40 y 60 días, según cómo evolucionen las condiciones comerciales. En ese sentido, se analiza aplicar el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo, que permite acordar suspensiones con pago de una suma no remunerativa. “Estamos discutiendo con la patronal cómo resguardar el ingreso neto de los trabajadores, que es lo prioritario”, remarcó.
Escobar recordó que la empresa ya había cesado sus operaciones en 2019 tras la reducción de aranceles durante el gobierno de Mauricio Macri. Aunque posteriormente reabrieron con la continuidad del subrégimen, la situación actual podría empujar a la compañía a un cambio de rumbo comercial o incluso al cierre de la planta.
Además, el dirigente cuestionó con dureza la falta de apoyo por parte de los legisladores nacionales de Tierra del Fuego. “Los senadores y diputados brillan por su ausencia. No se acercaron ni siquiera cuando se conoció el decreto. Es muy grave que quienes fueron elegidos por el pueblo trabajador no estén presentes en un momento como este”, lamentó.
De no producirse un cambio en el escenario económico, la empresa podría tomar la difícil decisión de cerrar definitivamente entre enero y febrero del próximo año. “Intentan sostener la planta el mayor tiempo posible, pero si todo sigue igual, no habrá alternativa”, concluyó Escobar.