“Mi hijo tiene que tener justicia”: el dolor de una madre frente a tres años de espera

Para la madre de Alexis, el paso del tiempo se vive como una condena silenciosa. “Tres años es muchísimo para nosotros, pesa en el alma y en el cuerpo”, expresó, al referirse a la prolongada espera para que la causa llegue finalmente a juicio. La familia sostiene que el daño sufrido por su hijo fue sostenido en el tiempo, producto de acosos y denuncias que consideran falsas, y que derivaron en un desenlace trágico.

El testimonio apunta con dureza contra lo que define como un sistema judicial que “mira con un solo ojo” y que, según su mirada, no contempla que los hombres también pueden ser víctimas de violencia psicológica, acoso y hostigamiento. Sin negar la necesidad de proteger a mujeres vulnerables, reclama una revisión profunda de las leyes y de su aplicación, señalando el impacto devastador del “escarnio público” sobre personas inocentes.

La Madre también denunció reiterados incumplimientos de la prohibición de acercamiento que, según afirma, nunca tuvieron consecuencias reales. “Nos dijeron que si la violaba iba presa, pero nunca pasó nada”, sostuvo, y aseguró que existen denuncias, registros fílmicos y testigos que no fueron debidamente considerados. Para la familia, el reclamo no es venganza: es justicia y el fin de una impunidad que consideran intolerable.