
Laguna Esmeralda: alertan por desorden, ventas informales y riesgos en el acceso
La postal más compartida de la semana no fue la del agua turquesa, sino la del ingreso a la senda de Laguna Esmeralda: basura, puestos improvisados de comida y transporte no habilitado. Para el sector turístico, el cuadro deteriora la imagen del destino y compromete la calidad y la seguridad de la experiencia.
El presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia, Patricio Cornejo, sostuvo que lo ocurrido “no es nuevo” y que el sendero funciona como caso testigo por su cercanía a la ciudad y su enorme afluencia. “El entorno natural es deslumbrante, pero el acceso muestra un desorden que no podemos naturalizar”, expresó en FM Master’s.
Cornejo comparó la situación con lo que sucede en diversas esquinas de Ushuaia, donde proliferan chulengos y ‘ranchitos’ de choripanes, además de manteros en arterias céntricas como San Martín. “Es la misma realidad expuesta en otro lugar: la problemática es de base”, afirmó.
El dirigente advirtió que no hay un estacionamiento formal y que en jornadas de buen tiempo resulta casi imposible aparcar. A eso se suma que el acceso está próximo a una curva sin visibilidad sobre una ruta nacional, donde faltan espacios seguros para retomes, cruces peatonales y detenciones.
Para la Cámara, el fenómeno no se limita a Esmeralda. En Laguna de los Témpanos y Glaciar Vinciguerra se registran inconvenientes similares de carga, ordenamiento y control. “Venimos presentando notas y planteos en reuniones: esto perjudica la marca Ushuaia, la calidad del servicio y la seguridad de quienes visitan”, señaló Cornejo.
Otro punto crítico es la falta de datos: “No existe una estadística pública actualizada que diga cuántas personas transitan el sendero por día ni cómo varía la curva a lo largo del año”, cuestionó. Sin esas cifras, advirtió, es difícil planificar infraestructura y controles.
La solución, admitió, es compleja porque involucra a distintos niveles del Estado —municipal, provincial y nacional— y a Vialidad Nacional. “Cuando hay tantos actores, cuesta que las respuestas lleguen con la velocidad y la claridad que demanda el sector privado y el turismo”, cerró.
Mientras tanto, el pedido del empresariado es claro: ordenar el acceso, formalizar la oferta (estacionamiento, cruces y servicios) y reforzar la fiscalización para que el paisaje vuelva a ser la noticia y no el desorden en la puerta de entrada.