
“La situación es cada vez peor”: alerta por la crisis de las trabajadoras de casas particulares
La realidad de las empleadas domésticas en la provincia atraviesa uno de sus momentos más difíciles. Despidos, recortes en las horas de trabajo y un marcado incumplimiento de derechos marcan el día a día del sector. Así lo advirtió Dora Sánchez, referente de las trabajadoras de casas particulares, quien describió un escenario “complicado y en retroceso”.
Según Sánchez, lo primero que se observa es una fuerte reducción en las fuentes laborales. “Muchas compañeras quedaron sin empleo y otras vieron disminuidas sus horas, lo que significa ingresos más bajos”, señaló. El impacto es inmediato en la economía de cientos de familias que dependen de este trabajo.
Uno de los reclamos más repetidos tiene que ver con los bonos y aumentos anunciados a nivel nacional. En la práctica, dijo la dirigente, “la mayoría no se reconoce en la provincia” y muchas empleadas siguen cobrando valores que no alcanzan a cubrir lo básico. Actualmente, la hora de trabajo para cuidadoras apenas roza los 5.000 pesos.
A esta situación se suma un problema estructural: la informalidad. Gran parte de las trabajadoras no están registradas, lo que las priva de obra social y de la cobertura de derechos básicos. “No nos tienen en blanco, no nos dan los aumentos, no nos reconocen los bonos”, resumió Sánchez, quien no dudó en cuestionar duramente la falta de control y de acompañamiento institucional.
La precarización se profundiza aún más por la ausencia de oficinas de atención en la provincia. Las trabajadoras deben viajar hasta Río Gallegos para trámites elementales, como autorizar una orden médica. “Es un traslado costoso y muchas veces imposible de afrontar”, explicó la representante.
En este contexto, la referente subrayó que la desprotección del sector genera un sentimiento de desvalorización. Con tono crítico, lanzó una frase que refleja la bronca compartida: “Parecería que todos somos patrones de estancia”. Según afirmó, existe una percepción extendida de que en la provincia no se respetan los derechos de estas trabajadoras.
Pese a las dificultades, Sánchez confirmó su apoyo a las marchas convocadas por universidades y sindicatos, aunque aclaró que la mayoría de las trabajadoras no puede sumarse porque deben quedarse cuidando a sus hijos. Como recomendación final, instó a sus compañeras a “acordar directamente con el empleador” ante el cierre de la paritaria hasta octubre.