La planta de Digital Fueguina vuelve a ser blanco del vandalismo y la inseguridad en el Parque Industrial
La situación de abandono que atraviesa la ex planta de Digital Fueguina volvió a quedar expuesta tras un nuevo hecho delictivo registrado durante el fin de semana en el sector del Parque Industrial de Río Grande. Personas desconocidas ingresaron nuevamente al predio y provocaron destrozos de consideración, además de sustraer una importante cantidad de bienes, profundizando el deterioro de una fábrica que supo ser emblema de la industria local.

El episodio fue advertido cuando ex trabajadores y referentes del lugar se hicieron presentes en la planta y detectaron daños en accesos laterales, instalaciones eléctricas y sectores internos. Al arribar al lugar, personal policial inició las tareas de constatación, verificando puertas, recorridos perimetrales y cámaras de seguridad de las empresas linderas para intentar reconstruir lo sucedido.
De acuerdo a lo relevado en el interior del edificio, los autores del hecho no solo se llevaron electrodomésticos, herramientas y equipos electrónicos, sino que también causaron un fuerte daño estructural: cables industriales cortados, tableros eléctricos violentados, térmicas destruidas y sectores completamente revueltos. Incluso fueron sustraídos elementos de uso cotidiano que permanecían en la cocina de la planta, lo que da cuenta del tiempo que los intrusos permanecieron dentro del predio.
Quienes hoy ofician como custodios informales del lugar señalaron que el ingreso se habría producido entre el sábado por la noche y el lunes por la mañana. Las huellas de un vehículo detectadas en uno de los laterales refuerzan la hipótesis de que los responsables contaron con logística y tiempo suficiente para cargar y trasladar lo robado sin ser advertidos.
La fábrica, cerrada desde hace varios años y atravesada por un prolongado conflicto judicial, carece actualmente de un responsable operativo visible. En ese contexto, son los propios ex trabajadores quienes, en la medida de sus posibilidades, intentan resguardar lo que queda del establecimiento, con la esperanza de preservar algún valor que permita avanzar en el cobro de indemnizaciones que aún continúan pendientes.
El nuevo episodio de vandalismo genera preocupación no solo por las pérdidas materiales, sino también por el impacto que tiene sobre cualquier posibilidad futura de recuperación del predio. Los daños eléctricos y estructurales incrementan el deterioro de la planta y hacen cada vez más complejo pensar en una eventual reactivación.
Desde el lugar insistieron en la necesidad de una mayor presencia del Estado, ya sea mediante custodia permanente o algún esquema de seguridad que evite que la planta siga siendo saqueada. Mientras tanto, la investigación quedó en manos de la Policía, que trabaja con material fílmico y relevamientos en la zona para intentar identificar a los responsables.
