La inflación de noviembre alcanzó el 2,5% y acumuló 27,9% en lo que va del año, según INDEC
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación de noviembre fue del 2,5%, lo que representa la tercera suba consecutiva y el nivel mensual más alto desde abril. Con este registro, la variación acumulada en 2025 se ubicó en 27,9%, mientras que la medición interanual alcanzó el 31,4%.
El dato estuvo impulsado principalmente por el incremento en alimentos, especialmente carne y frutas, además de actualizaciones en tarifas de servicios, transporte y combustibles. De acuerdo con el informe oficial, los rubros que más aumentaron fueron:
- Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (+3,4%),
- Transporte (+3%),
- Alimentos y bebidas no alcohólicas (+2,8%).
La suba en alimentos también impactó sobre la Canasta Básica Alimentaria, que aumentó 4,1% en el mes, el mayor incremento desde marzo. Esto elevó el costo mínimo para que una familia no sea considerada indigente, que en noviembre ascendió a $566.364,43.
Respecto a los componentes del índice, la inflación núcleo se ubicó en 2,3%, mientras que los precios regulados alcanzaron el 2,9% y los estacionales, el 0,4%.
Diversas consultoras privadas —entre ellas Equilibra, EcoGo y Adcap— habían estimado previamente un nivel inflacionario cercano al 2,5%, proyección que finalmente quedó confirmada por las cifras oficiales.
Proyecciones hacia fin de año
Las estimaciones para diciembre anticipan un registro cercano al 2,3%, aunque analistas advierten que pueden existir presiones adicionales por nuevas subas en tarifas, transporte, combustibles y algunos alimentos que continúan en alza.
Consultoras como C&T Asociados señalan que la primera semana del mes mostró una nueva aceleración, especialmente por el precio de la carne, aunque con cierta moderación en la segunda. También proyectan que la inflación interanual podría mantenerse por encima del 30%.
En tanto, economistas consultados coincidieron en que el proceso de desinflación continúa, aunque en una etapa más lenta y compleja. Señalan que bajar la inflación desde niveles moderados —como el rango del 25% al 40% anual— suele requerir medidas persistentes y de impacto más prolongado, tal como muestran experiencias de países de la región.
De cara a 2026, algunos analistas prevén un desarrollo gradual en la baja de los índices, aunque advierten que factores monetarios y eventuales cambios en el esquema cambiario podrían generar presiones temporarias que afecten la velocidad del proceso.
