La Farmacia Vía Franca impulsa una biblioteca circular y un club de lectura gratuito
Una iniciativa cultural diferente está tomando forma en Río Grande. La farmacéutica Viviana Maina Mirolo, propietaria de Farmacia Vía Franca, decidió combinar su pasión por la lectura con su trabajo cotidiano y creó dentro del local una biblioteca circular y un club de lectura gratuito, abiertos a toda la comunidad.
El proyecto busca fomentar el intercambio de libros, el arte y los vínculos sociales, ofreciendo un espacio donde la literatura se convierte en un punto de encuentro.
“La idea es muy simple: cualquiera puede venir, llevarse un libro y devolverlo después, o traer otro para que circule. No hay registros ni costos, solo el deseo de compartir”, explicó Mirolo.
La farmacéutica recordó que la propuesta tuvo sus primeros pasos hace algunos años, cuando aún trabajaba en otro local del barrio Aeropuerto.
“Era hermoso ver a las mamás venir con sus hijos a elegir y cambiar libros. Esa alegría fue el motor para seguir”, relató. Sin embargo, admitió que en el nuevo espacio “todavía cuesta que la gente entienda el concepto de circularidad, porque no se trata de quedarse con el libro, sino de hacerlo rotar”.
Para sostener el proyecto, Viviana impulsa además un club de lectura mensual, también libre y gratuito, donde los participantes comparten opiniones sobre distintas obras.
Los encuentros se realizan cada mes en distintos cafés de la ciudad, promoviendo así el comercio local y la cultura. “Nos reunimos para conversar sobre el libro elegido, disfrutar de un café y generar comunidad.
Algunos bares incluso organizan sus propios eventos culturales a partir de estas reuniones”, destacó.El grupo ya ha establecido contacto con escritores nacionales e incluso internacionales.
“Este mes leímos a una autora argentina que vive en Madrid, y aunque no pudo conectarse por la diferencia horaria, nos envió un saludo especial al club.
Fue una gran emoción”, contó.Mirolo invitó a los vecinos a sumarse a la experiencia a través de Instagram (@clubdelectura.org) o mediante el grupo de WhatsApp del club.
“Es un espacio abierto, sin cuotas ni requisitos, solo ganas de leer y compartir”, expresó.
Como detalle distintivo, cada encuentro culmina con un gesto creativo: uno de los participantes elabora un souvenir artesanal inspirado en la obra leída.
“De a poco se van formando amistades, redes y momentos que trascienden la rutina diaria. La lectura nos une y nos regala vínculos nuevos”, concluyó emocionada.