La empresa Cryptopatagonia retoma sus actividades bajo nuevas condiciones tras conflicto vecinal
Luego de una clausura de más de 40 días por denuncias de ruidos molestos en el barrio San Martín de Río Grande, la empresa Cryptopatagonia fue autorizada a reanudar su actividad, aunque deberá cumplir con una serie de compromisos para minimizar el impacto en la comunidad.
La compañía, dedicada a la generación de energía a través de turbinas para el funcionamiento de criptominería, había sido señalada por vecinos cercanos a su planta de la calle Federico Echelaine, quienes advirtieron sobre los elevados niveles de ruido provocados por las máquinas operando a cielo abierto.
La habilitación parcial fue posible gracias a una resolución judicial que otorgó efecto suspensivo al recurso de apelación presentado por la empresa, decisión tomada por la jueza de faltas, Nora Galeano. La causa administrativa, sin embargo, sigue en curso.
Como parte de un acuerdo alcanzado con los residentes más cercanos al predio, Cryptopatagonia se comprometió a operar únicamente durante el horario diurno, desde las 7 de la mañana hasta las 22 horas, medida que apunta a preservar el descanso nocturno de los vecinos. Además, informó que prevé la construcción de un galpón que contendrá las cuatro turbinas, lo que permitirá reducir considerablemente el ruido ambiental.
Los vecinos firmaron una nota dirigida a la Dirección de Comercio e Industria del Municipio, expresando su consentimiento para la reapertura limitada del establecimiento, y condicionando una futura habilitación nocturna a la presentación formal de un plan de insonorización.
En el documento, manifestaron haber mantenido reuniones con representantes de la firma y con otros vecinos afectados, donde, según expresaron, se logró un entendimiento mayoritario y consensuado. “Vemos voluntad de la empresa para resolver el problema, y consideramos que el levantamiento de la clausura es válido siempre que se cumpla lo prometido”, indicaron.
A su vez, dejaron en claro que, si la empresa no avanza con las obras dentro de los plazos establecidos, solicitarán nuevamente la clausura del lugar.
Por ahora, Cryptopatagonia vuelve a la actividad, pero bajo la atenta mirada de la comunidad y de las autoridades municipales, quienes deberán verificar el cumplimiento de las condiciones pactadas.