Grave denuncia por accionar policial en Río Grande: “Mis hijas fueron apuntadas con armas, no lo vamos a olvidar”
Una vecina de Río Grande expuso públicamente un violento allanamiento policial ocurrido en su vivienda, en el que asegura haber sido víctima junto a su familia de un procedimiento abusivo y traumático. Se trata de Cintia Acosta, quien afirma que su hogar fue allanado por su vínculo familiar con un hombre investigado por delitos, pese a no tener relación con sus acciones.
Según relató en declaraciones a FM Aire Libre, el hecho ocurrió mientras compartía una merienda con su padre, quien es ciego, y sus dos hijas menores. Sin previo aviso, efectivos de la Policía habrían irrumpido en el domicilio de manera abrupta y con extrema violencia. “Entraron sin explicación, rompieron la puerta, golpearon a mi papá y a mí me tiraron al piso. Mis hijas huyeron asustadas a la habitación, pero fueron sacadas a la fuerza mientras les apuntaban con armas tácticas”, narró visiblemente afectada.
La mujer expresó su profundo rechazo a los delitos cometidos por su hermano, José Andrés Acosta Medina, quien es el principal sospechoso de un robo, pero aseguró que ella y su familia no tienen vínculo con esos hechos. “No lo encubrimos, no vive con nosotros, y aún así la policía nos trata como si fuéramos cómplices. Esta situación ya es insostenible”, manifestó.
Cintia también hizo referencia a las consecuencias que dejó el operativo en la salud emocional de su familia: “Mi papá no puede dormir, mis hijas tienen miedo constante y yo vivo con un nivel de angustia que no puedo explicar. Es injusto pagar por lo que hace otra persona”, reclamó.
Además, cuestionó la exposición mediática generada a partir de imágenes tomadas dentro de su casa: “Filtraron fotos que la policía tomó en el procedimiento, eso nos expone aún más y nos genera un daño adicional”.
Finalmente, la denunciante advirtió que su hermano atraviesa un grave problema de adicción y que representa un riesgo para otros. “Está enfermo, no puede parar y el daño que genera es cada vez mayor. Pero mientras él entra y sale de la comisaría como si nada, nosotros seguimos sufriendo cada vez que comete un delito”.
