
Gran Premio: 51 años de historia, motores y fraternidad
Gran Premio de la Hermandad: medio siglo de historia, pasión y unión binacional
Cada mes de agosto, el rugir de los motores anuncia en Tierra del Fuego el inicio de una de las competencias más emblemáticas del sur del continente: el Gran Premio de la Hermandad. Lo que comenzó en 1974 como una apuesta audaz entre pilotos de Argentina y Chile, se transformó con los años en un símbolo de fraternidad, deporte y unión binacional, capaz de resistir crisis políticas, conflictos diplomáticos, tormentas de nieve y hasta tragedias. Solo la pandemia logró detenerla.
Los orígenes
La idea nació en abril de 1974, fruto del diálogo entre dirigentes chilenos y argentinos, quienes eligieron agosto en homenaje a los libertadores José de San Martín y Bernardo O’Higgins. Ese mismo año, 20 binomios se animaron a recorrer caminos de ripio y nieve, sin grandes recursos ni tecnología. Los primeros ganadores fueron un fueguino de Río Grande y un piloto de Porvenir, marcando desde el inicio el espíritu de integración.
Una carrera que resistió todo
La Hermandad se corrió incluso en 1978, en plena tensión por el Conflicto del Beagle, transformándose en un gesto de paz en medio de la incertidumbre. En 1995, una tormenta blanca obligó a modificar el recorrido; en 1999, la “maldición de la Copa Challenger” dejó una edición sin ganadores; y en 1984 un accidente marcó un antes y un después en la seguridad del evento.
Mujeres y campeones nacionales
La participación femenina llegó en 1977 y, con los años, figuras consagradas del rally argentino también se sumaron. Jorge Recalde, ícono del automovilismo, ganó la carrera con un Renault 18 partiendo desde los últimos lugares. Otro de los grandes, Carlos “Pájaro” Garro, también probó su talento en esta competencia única.
La tradición
El rally, de dos etapas (ida y vuelta) y unos 413 kilómetros, alterna largada entre Río Grande y Porvenir. Participan corredores de toda la región, desde Punta Arenas y Puerto Natales hasta Tolhuin, Ushuaia y Río Gallegos. Más allá de la exigencia técnica y económica, lo sostiene la pasión de pilotos, peñas y familias que convierten la competencia en una verdadera fiesta popular.
50 ediciones de Hermandad
Hoy, el Gran Premio de la Hermandad celebra su 50° edición histórica, consolidándose como un patrimonio cultural y deportivo de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Más que una carrera, es una tradición que une generaciones y pueblos, recordando que, a pesar de las fronteras, los caminos y la pasión por el automovilismo son un puente de encuentro entre dos naciones hermanas.