Familias de personas con discapacidad denuncian recortes y convocan a una movilización en Ushuaia
La situación de las personas con discapacidad y sus familias en Tierra del Fuego atraviesa un momento crítico. Falta de profesionales, recortes en coberturas médicas y pagos atrasados a prestadores conforman un escenario que, según denuncian, vulnera derechos básicos y pone en riesgo la salud de quienes más necesitan del sistema.
María José Pazos, madre de un joven con discapacidad, contó en Radio Provincia que en Ushuaia no hay psiquiatras infantojuveniles y que numerosas terapias de rehabilitación fueron suspendidas por falta de recursos. “¿Cómo se vive con una pensión nacional de $300.000 cuando no alcanza ni para comer?”, cuestionó, al tiempo que denunció la reducción de insumos esenciales como pañales, alimentación especial y tratamientos.
Uno de los hechos que más indignación generó fue la asignación, en Tolhuin, de un espacio para rehabilitación que —según Pazos— funcionó como morgue en el pasado. “Es inaceptable. No cumple ninguna norma de bioseguridad ni de dignidad”, advirtió.
La dirigente aseguró que las familias deben renovar trámites cada seis meses, en un proceso que siente como un desgaste planificado. “Buscan que nos cansemos y dejemos de reclamar. Nos sentimos prisioneros de un sistema que nos trata con crueldad”, expresó. El temor por el futuro también es una constante: “Si a los padres nos pasa algo, no hay Estado que contenga a nuestros hijos”.
La crisis se profundiza con la migración de profesionales hacia el sector privado debido a los bajos honorarios que pagan las obras sociales, las cuales —según denuncian— apenas cubren el 40% del costo real de las terapias.
Frente a esta situación, convocan a una movilización para el lunes 11 de agosto a las 15 horas, en San Martín 1531, frente a la Legislatura Provincial. “Si como sociedad abandonamos a los más desprotegidos, somos cómplices de este modelo de crueldad”, sostuvo Pazos, quien remarcó que no se trata de un privilegio vivir con una pensión, sino de “luchar todos los días contra un sistema que complica la vida”.