El Gobierno negó que la reforma laboral incluya una jornada de 12 horas y pidió “no dar lugar a rumores”
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, desmintió este jueves que la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional contemple la extensión de la jornada de trabajo a doce horas. El funcionario aseguró que el objetivo de las modificaciones propuestas es formalizar el empleo y mejorar las condiciones del mercado laboral, no eliminar derechos adquiridos.
“Hace diez años que la Argentina no genera empleo formal y la mitad de los trabajadores está en la informalidad. La reforma apunta a revertir esa situación, no a precarizar el trabajo ni a extender las jornadas”, afirmó Sturzenegger en diálogo con Radio Mitre. En ese sentido, pidió “no dejarse llevar por campañas de miedo ni rumores infundados” sobre el contenido del proyecto.
El ministro explicó que la administración nacional busca consensuar los cambios con los gobernadores y los distintos sectores antes de su presentación formal, y remarcó que nunca se discutió una modificación al límite de ocho horas diarias. “Eso de pasar la jornada de ocho a trece horas no tiene ningún fundamento, es un disparate”, sostuvo.
A pesar de las aclaraciones del Gobierno, en el borrador de ley presentado por la diputada libertaria Romina Diez se propone incorporar al artículo 197 bis de la Ley N° 20.744 una cláusula que permite a las convenciones colectivas adecuar los regímenes laborales a las nuevas modalidades de producción, siempre garantizando un mínimo de doce horas de descanso entre jornada y jornada.
Sturzenegger también defendió otros ejes de la reforma, entre ellos la necesidad de revisar el esquema de negociación salarial colectiva, argumentando que los convenios por sector generan desigualdades regionales. “Si pudiéramos romper la unicidad salarial, el empleo en el noroeste argentino aumentaría alrededor de un 16%”, señaló.
El funcionario cuestionó además el sistema de aportes obligatorios a sindicatos y cámaras empresariales, al que calificó como un “peaje laboral” que encarece la contratación. “Cuando dos personas acuerdan una relación laboral, arrancan 100 mil pesos abajo porque hay que pagar esos costos. Si los eliminamos, el trabajador recuperaría ese dinero”, afirmó.
Por último, Sturzenegger insistió en que la reforma laboral no implica pérdida de derechos, sino la modernización de las reglas de empleo para favorecer la creación de puestos registrados y reducir la informalidad que afecta a millones de argentinos.