
Diputados no logró la mayoría para aprobar la reforma del régimen de DNU y el proyecto volverá al Senado
En una extensa sesión que se prolongó por más de cinco horas, la Cámara de Diputados aprobó en general la reforma del Régimen Legal de los Decretos de Necesidad y Urgencia (Ley 26.122), pero el texto no consiguió los votos necesarios en particular para uno de sus artículos centrales. De esta manera, la iniciativa deberá regresar al Senado, que podrá insistir con la sanción original en una próxima sesión.
El resultado marcó un giro inesperado: pese a que la oposición había reunido una mayoría amplia de 140 votos afirmativos, 80 negativos y 17 abstenciones, el artículo 3° —que establecía un plazo de 90 días para el tratamiento de los decretos— fue rechazado al no alcanzar la mayoría absoluta. Ese punto obtuvo 127 votos a favor, 90 en contra y 7 abstenciones, apenas dos votos por debajo del mínimo exigido de 129.
Los artículos restantes (1, 2, 4 y 5) sí fueron aprobados con la mayoría requerida. Sin embargo, la caída del artículo 3° impide que la norma pueda convertirse en ley en esta instancia, dejando al oficialismo con un margen temporal para reorganizar su estrategia parlamentaria.
Un debate extenso y cargado de tensión
El tratamiento de la iniciativa generó intensos cruces y diferentes interpretaciones sobre el alcance del nuevo régimen. El proyecto, que había recibido media sanción del Senado, propone establecer que los decretos de necesidad y urgencia solo puedan versar sobre una materia específica, con el fin de evitar que se repitan casos como el del DNU 70/2023, que modificó más de 300 leyes en un solo texto.
También contempla que ambas cámaras puedan tratar los decretos incluso durante el receso parlamentario, permitiendo su debate una vez transcurridos diez días hábiles desde su ingreso.
El punto más polémico fue el que fijaba un plazo de 90 días para la convalidación legislativa de los DNU, pasado el cual los decretos caerían automáticamente si no hubieran sido ratificados por ambas cámaras. Este artículo, al no reunir la mayoría absoluta, terminó truncando la sanción definitiva.
Otro aspecto relevante de la propuesta es que el rechazo por parte de una sola cámara implicaría la derogación total del decreto, y el Poder Ejecutivo no podría volver a dictar otro sobre la misma materia durante el mismo año parlamentario.
Implicancias institucionales
La votación dejó en evidencia la fragmentación de la oposición y el delicado equilibrio de fuerzas en la Cámara baja. Pese al amplio consenso en la votación general, varios cambios de postura y ausencias en la votación particular terminaron alterando el resultado.
El oficialismo, en tanto, consiguió ganar tiempo político, ya que la falta de aprobación del artículo 3° posterga la entrada en vigencia de una norma que, de haber sido sancionada, hubiera limitado su margen para gobernar mediante decretos.
La reforma del régimen de DNU forma parte de un debate más amplio sobre la relación entre el Poder Ejecutivo y el Congreso. Desde su creación en 2006, la Ley 26.122 —que dio origen a la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo— ha sido objeto de críticas por permitir que los decretos se mantengan vigentes incluso sin tratamiento legislativo.
Próximos pasos
Con la media sanción parcial, el proyecto volverá al Senado, que podrá insistir con el texto original o introducir nuevas modificaciones. Mientras tanto, el actual marco normativo continuará vigente, manteniendo el esquema que exige el rechazo simultáneo de ambas cámaras para derogar un decreto.
La sesión de este 8 de octubre deja una señal clara sobre el clima legislativo: ningún bloque cuenta con una mayoría estable, y cada votación refleja una correlación de fuerzas que puede cambiar de manera imprevista, incluso en los temas más sensibles para el funcionamiento institucional del país.