
Con un emotivo acto, la comunidad chilena celebró su independencia en Río Grande
La ciudad de Río Grande fue nuevamente escenario de un emotivo homenaje a la cultura chilena. Con motivo del 215° aniversario de la Independencia de Chile, la Asociación Chilena y Hermanos (ACHER) organizó una serie de actividades para conmemorar esta fecha patria, con fuerte presencia binacional y gran acompañamiento de la comunidad.
El acto central tuvo lugar el 18 de septiembre, e incluyó el izamiento de las banderas de Chile, Argentina, Tierra del Fuego y de la propia institución organizadora, en un gesto de integración y respeto mutuo entre los pueblos. Encabezaron la ceremonia el presidente de ACHER, Eddie Vargas Macías, y el Cónsul General de Chile en Río Grande y Tolhuin, Roberto Ruiz Piracés. También participaron autoridades locales, provinciales y representantes de fuerzas armadas de ambas naciones.
Uno de los momentos más significativos fue la presentación de la Reina de ACHER, Lourdes Nazer, quien compartió una tradicional cueca chilena junto al bailarín Eladio Andrade, como símbolo de la identidad cultural que une a los presentes con sus raíces.
La celebración no se limitó al acto formal. En la víspera, la Casa de la Cultura fue escenario de un evento artístico donde confluyeron danzas típicas chilenas y folclore argentino, mostrando la riqueza cultural de ambos países. “Este tipo de encuentros refuerzan el lazo fraterno entre Chile y Argentina”, señaló Vargas Macías, agradeciendo el respaldo de la Municipalidad de Río Grande.
La conmemoración continuará con una agenda que incluye un cóctel protocolar para autoridades y un baile social abierto al público, en la sede de ACHER. La propuesta busca reunir tanto a ciudadanos chilenos residentes como a vecinos argentinos, en un ambiente de confraternidad y celebración.
Por su parte, el Cónsul Ruiz Piracés destacó la emoción que genera este tipo de actos en territorio argentino: “Escuchar nuestros himnos y ver nuestras banderas flamear aquí, tan lejos de casa pero rodeados de afecto, tiene un valor simbólico enorme”.
Así, Río Grande se consolidó una vez más como un punto de encuentro para la cultura y la integración entre pueblos hermanos, celebrando la independencia chilena con respeto, alegría y comunidad.