Comerciantes de Río Grande denuncian a una pareja por reiterados robos con una niña como distracción
La indignación crece entre comerciantes de la ciudad ante una serie de robos que, según denuncias públicas, estarían siendo cometidos por la misma pareja que utiliza a una niña pequeña para distraer durante los delitos.
La situación fue dada a conocer por Erica, dueña de un local en la galería Moda Shop, quien decidió hacer pública su denuncia luego de que su negocio fuera víctima de un robo en plena luz del día. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que un hombre la mantenía ocupada con consultas sobre prendas mientras una mujer, acompañada de una menor de edad, sustraía productos del local.
«Entraron como si nada, actuaron rápido y sin ningún tipo de vergüenza. Aunque tengo cámaras desde distintos ángulos, en el momento no me di cuenta de lo que hacían», relató la comerciante. Entre los objetos robados, mencionó pantalones y ropa interior, pérdidas que afectan directamente su economía.
Pero el caso de Erica no es el único. Otros negocios de la ciudad, como Polirubro Perry, también aseguran haber sido blanco de los mismos delincuentes. En redes sociales, el responsable del local expresó su malestar al haberlos reconocido en nuevas imágenes de seguridad. “Ya me robaron dos veces. Siempre actúan igual, con un nene encima. Entran decididos a llevarse lo que puedan”, publicó.
El patrón delictivo parece repetirse: mientras uno de los adultos habla con el comerciante, el otro sustrae artículos del local, valiéndose de la presencia de una niña que, aparentemente, forma parte del plan para desviar la atención. Según los testimonios recabados, la mujer involucrada habría llegado a Río Grande hace pocos meses desde la provincia de San Juan.
Pese a haber entregado datos relevantes a la policía, los damnificados aseguran que aún no hay avances significativos en la causa. “Fui a ampliar la denuncia con dirección incluida, pero lo único que me dijeron es que están esperando una orden judicial. Mientras tanto, esta gente sigue entrando a los negocios”, lamentó Erica.
El sentimiento de frustración es común entre los comerciantes, quienes han comenzado a organizarse para tomar medidas de autoprotección. Una de las iniciativas es la difusión de imágenes de los sospechosos para impedirles el ingreso a nuevos locales. “Queremos que todos los negocios sepan quiénes son y puedan identificarlos antes de que actúen”, explicaron.
Ante la falta de respuestas rápidas por parte del sistema judicial, los comerciantes hacen un llamado urgente a las autoridades para que intervengan antes de que la situación se agrave. La creciente sensación de impunidad genera no solo preocupación por la seguridad, sino también por el impacto económico que estos hechos tienen en un contexto de ventas ya debilitadas.
