La sorpresiva suspensión de la 50ª edición del Gran Premio de la Hermandad (GPH) encendió las alarmas en el ambiente tuerca. El preparador y mecánico Gabriel “Lalo” Melogno elevó una nota formal al Automóvil Club Río Grande (ACRG) para solicitar una reunión informativa urgente y abrió una junta de firmas en el taller By Lorenzo de calle Alberdi (Río Grande).

El pedido, que convoca a pilotos, navegantes, concurrentes y mecánicos, apunta a esclarecer los fundamentos de la medida y a restablecer canales de diálogo. “No puede tomarse una decisión tan significativa sin escuchar a los protagonistas de una competencia con medio siglo de historia”, remarcaron participantes consultados.

La presentación de Melogno se conoció luego del comunicado oficial del ACRG, difundido en redes el 8 de septiembre (fechado el día 5), donde se informó la cancelación del GPH sin más detalles que conformaran al conjunto de los inscriptos.

El escrito ingresado al Club reclama que, en un plazo de cinco días desde su recepción, se fije fecha para una instancia informativa. Además, pide que la convocatoria sea presencial y con opción de videoconferencia, de modo de garantizar la participación de quienes residen fuera de Río Grande.

Entre los argumentos, los firmantes recuerdan que cualquier infracción al Código Aduanero eventualmente cometida corresponde al Juzgado Federal de Río Grande y “no justifica por sí sola la cancelación del evento sin orden judicial”. Señalan, asimismo, que el reglamento deportivo prevé la exclusión de participantes ante faltas, pero no una suspensión general sin decisión judicial expresa.

La cancelación de la edición número 50, de alto valor simbólico, generó un fuerte malestar en la comunidad automovilística regional, que aguardaba el clásico binacional con expectativas renovadas.

Melogno, con años de trabajo en la categoría, cerró la convocatoria con un mensaje que resume el clima del sector: “unidad y respeto por una tradición que va más allá del deporte”.