
AFARTE y la UIF impulsan bajar del 70% al 30% el ensamblado de celulares en la provincia
Las cámaras empresariales de Tierra del Fuego, junto con varias de las principales empresas del sector tecnológico, presentaron una nota formal a la Secretaría de Industria de la Nación en la que proponen reducir el porcentaje de componentes que deben ensamblarse localmente en la producción de teléfonos celulares. La medida, de concretarse, podría implicar la pérdida de hasta el 50% de los puestos de trabajo actuales en las plantas fueguinas.
El documento, dirigido al ingeniero Javier Ignacio Cardini, titular de la Subsecretaría de Gestión Productiva, fue firmado por los representantes de AFARTE (Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica) y la Unión Industrial Fueguina (UIF), con el acompañamiento de empresas como Mirgor, Radio Victoria, Electrofueguina, BGH, Newsan, Solnik y Sontec.
Según se detalla en la presentación, las compañías solicitan modificar el nivel de despiece requerido, que actualmente obliga a que el 70% del proceso de ensamblado se realice dentro de la provincia, para reducirlo a un 30%. Esto permitiría el ingreso de módulos y piezas más avanzadas —como componentes unidos por soldadura láser, ultrasonido o plasma—, que llegarían prácticamente listos, con una mínima intervención local.
La consecuencia directa sería una drástica disminución en la necesidad de mano de obra en las líneas de producción de telefonía celular, estimada por especialistas del sector en hasta un 50% del personal operativo actual.
Desde los gremios industriales fueguinos se anticipa una fuerte preocupación ante esta posibilidad, que podría traducirse en una nueva ola de despidos o suspensiones en las plantas de Río Grande y Ushuaia.
El tema generó además malestar en sectores políticos y sindicales de la provincia, que advierten que esta iniciativa afecta el espíritu del régimen de promoción industrial, pensado para garantizar empleo y desarrollo tecnológico en la isla.
Según trascendió, el Gobierno nacional estaría evaluando positivamente la propuesta, lo que agrava el panorama para los trabajadores del sector. La eventual aprobación significaría una modificación sustancial del modelo productivo fueguino, con impacto directo en el empleo y en la economía local.