Con nieve de frente y ráfagas patagónicas como compañía, Víctor Hugo Guerrero arribó a Tolhuin en su travesía en bicicleta por el país. Partió el 1 de febrero desde San Juan con un propósito que lo guía en cada kilómetro: mantener viva la memoria de Malvinas.

El ciclista cubrió el exigente tramo Río Grande–Tolhuin y ya se alista para el último desafío en Tierra del Fuego: los 90 kilómetros hasta Ushuaia. Allí dará por cumplida la etapa fueguina antes de regresar a Río Gallegos, donde busca tramitar el pasaporte para concretar el salto final: viajar a las islas.

Para sostener el recorrido, Guerrero apela al trabajo que encuentra en cada parada —como el lustrado de autos— y a la solidaridad de los vecinos que lo alientan en ruta. No es solo un viaje deportivo: es un homenaje a los caídos y una forma de sostener el reclamo argentino sobre el archipiélago.

El proyecto nació como una aventura compartida con su hijo, ya fallecido, y se volvió un camino profundamente personal y simbólico. A cada pedaleada, Guerrero reafirma el sentido de una promesa que lo trajo desde el norte del país hasta el corazón de la isla: que Malvinas no se olvida.