A 21 años de su nacimiento, Justina Lo Cane vuelve a ser símbolo del compromiso con la donación de órganos
Justina Lo Cane, cuya historia transformó el sistema de donación de órganos en Argentina, habría cumplido 21 años este 9 de diciembre. Su nombre continúa asociado al cambio cultural y legislativo que impulsó la Ley Justina, norma que convirtió a todos los ciudadanos en donantes presuntos y que aún enfrenta desafíos de implementación.
Su padre, Ezequiel Lo Cane, dedicó la jornada a recordarla y a visibilizar las deudas pendientes. En diálogo con la prensa, expresó que algunos puntos centrales de la ley “todavía no se aplican de la manera correcta”, especialmente en materia de capacitación y protocolos en el ámbito sanitario.
La familia decidió celebrar el cumpleaños de Justina con una tradición que mantienen desde su fallecimiento: una torta, un encuentro entre hermanos y un gesto simbólico para mantener viva su memoria. Para esta ocasión, ese gesto tomó forma de un proyecto comunicacional.
En colaboración con distintas organizaciones, Lo Cane lanzó el primer podcast argentino dedicado exclusivamente a la donación y el trasplante de órganos, un espacio pensado para dar voz a profesionales, familias donantes, pacientes trasplantados y especialistas. Según explicó, esta iniciativa “es un regalo para Justina y también para la sociedad”.
El proyecto surgió a partir de la necesidad de mejorar la información disponible y fortalecer la educación en torno al tema. Por eso, junto con un equipo interdisciplinario, elaboraron una guía pedagógica destinada a instituciones educativas y de salud, con pautas para abordar la temática de manera clara y responsable.
Lo Cane enfatizó que aún hay grandes vacíos: muchos servicios de terapia intensiva no notifican los fallecimientos, lo que reduce el número potencial de donantes. “En esas oportunidades perdidas hay personas en lista de espera que podrían seguir viviendo”, explicó.
Además, remarcó la importancia de avanzar en sistemas modernos como el trasplante cruzado, que ya está contemplado normativamente pero aún no se implementa por falta de una estructura que registre y cruce datos de posibles parejas donantes. “Hay miles de personas en diálisis que podrían beneficiarse”, sostuvo.
Sobre los trasplantados adultos, recordó que en Argentina viven aproximadamente 50.000 personas con trasplantes exitosos, la mayoría en condiciones plenas de trabajar. Sin embargo, muchas empresas desconocen que estas personas suelen tener un buen estado de salud y que, además, existen beneficios impositivos para quienes las contraten.
A 21 años del nacimiento de Justina, su historia continúa generando cambios y promoviendo una conversación necesaria sobre la donación de órganos, un acto que para miles de personas sigue siendo la única oportunidad de vivir.